
A lo largo de la historia la universidad ha sido un factor clave en el desarrollo de sus regiones, así ha quedado demostrado con la fundación de la primera universidad en el mundo: ciudad de Fez – Marruecos (859), con la Università di Bologna – Italia como primera de Europa (1088), o con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Lima – Perú, como la primera de América (1551). Las cuales han cambiado el modelo de aprendizaje en el mundo desde su fundación, impulsando a los jóvenes a formarse y siendo símbolo de conocimiento e iluminación.
El rol de la universidad ha tomado cada vez mayor envergadura en el crecimiento de las sociedades; bajo el concepto de la Triple hélice, con el Estado y la Empresa, donde se sostiene que la universidad debe brindar educación a las personas e investigación básica, de tal manera que ésta impacte en el desarrollo de las industrias, contando con el apoyo del gobierno. (Etzkowitz & Leydesdorff, 1995)
La universidad viene siendo también impulsada por las políticas científicas no solo a la transferencia de conocimientos entre la academia, industrias y gobierno; sino también a la generación del autoempleo. Bajo este marco las universidades proveen a sus estudiantes las herramientas necesarias para el desarrollo, seguimiento y puesta en marcha de sus ideas y/o proyectos empresariales.
En lo que refiere al emprendimiento nuestro país ha sido alabado por muchos expertos en el tema: “El Perú es un país de emprendedores y empresarios” (1), reforzándose ello con las cifras del GEM (2) 2020, donde se señala al Perú como el cuarto con mayor intención de emprender en América Latina, y el octavo del mundo. Bajo estas acotaciones tendríamos un panorama provisorio y la moral a tope. Sin embargo, otros personajes señalan lo siguiente: “El Perú es un país de emprendedores de necesidad “, y el “95% de los emprendimientos peruanos no tiene éxito” (3), “el Perú no es un país de emprendedores, es un país de entusiastas” (4), mencionando la importancia de prepararse, ya que no solo basta con trabajar duro.
Frente a esta realidad ¿Cómo generar emprendimientos sostenibles en el tiempo? Un factor claves es: La Universidad que actúa como un motor acelerador para la reducción de la tasa de mortalidad de los emprendimientos en nuestro país, la cual representa un 7.6%, frente al 5.3% del promedio de la región (5); incrementándose ésta por: la falta de innovación, la necesidad como motivo de surgimiento, estar centrados sólo en el producto, la falta de profesionalismo y/o formación de los emprendedores. Lo que conlleva que el 70 a 80% de estos emprendimientos no duren más de una década.
En regiones como Europa, se viene reduciendo la tasa de mortalidad de los emprendimientos a través de 02 ejes claves: la aplicación de políticas científicas de forma adecuada y sostenible, que favorezcan las condiciones del emprendimiento y puedan guiar a los emprendedores desde la concepción de la idea, nacimiento y consolidación (Serida, Alzamora, Guerrero, Borda, & Morales, 2020) de su proyecto; y el rol activo de la universidad, la cual cuenta con recurso humano y logístico de gran calidad, lo que permite reducir las brechas entre los emprendimientos y sus mercados.
Las cifras que nos brinda el Reporte 2020 del Ranking Mundial de incubadoras universitarias, podemos identificar en el Top 10 a 06 universidades europeas, y representando a Latinoamérica aparece La Red de Incubadoras de la Universidad del Valle de México. El común denominador de estas universidades es el trabajo conjunto con el gobierno de sus países, que apoya de forma logística y financiera al desarrollo de cada uno de estos programas. Impactando en la creación y puesta en marcha de emprendimientos, así como en la creación de empleo en sus ciudades. (Meyer & Sowah, 2020)
Echando un vistazo al ecosistema emprendedor peruano, podemos mencionar que el Ministerio de la Producción viene destinando recursos financieros para incubadoras y aceleradoras de negocios; beneficiando tanto a universidades públicas y privadas. Según el diario el Comercio, actualmente las universidades peruanas que cuentan con incubadoras de empresas son sólo 07: UTEC Ventures, USIL Ventures, CIDE PUCP, Emprende UP, BIOincuba UPCH, que pertenecen a Lima, y en provincia: HUB UDEP.
En síntesis, hay un gran desafío para todas las universidades del país, en no solo crear las incubadoras en los campus, sino hacerlas sostenibles a través del tiempo, impactando en lo económico, social y cultural, reduciendo así, las brechas entre lo que la academia ofrece y lo que la sociedad requiere, orientándose hacia la innovación, donde hay aún un gran camino por recorrer.
(1) Manuel Silva, director de sostenibilidad de Scotiabank
(2) Global Entrepreneurship Monitor
(3) Theodore Dale, consultor del Banco Mundial
(4) Instituto Peruano de Marketing
(5) GEM Report Perú 2018-2019
Mg. Mercy Angulo Cortejana
Máster Management International. Licenciada en Distribución en Chaîne Logistique. Université de Pau, France.
Catedrática Universitaria. Consultora en Marketing