Hablar de reingeniería de procesos (también llamada de negocios), es referirse a un proceso de reconfiguración de un modelo que usualmente imperaba en una gestión y, que por alguna necesidad se vio obligada a darse por el bien de la empresa en su conjunto, incluyendo a sus respectivos miembros. Es decir, se busca un prototipo nuevo de gestión que coadyuve a mejorar o generar más valor de los que en los últimos periodos se tenía y que por una razón justificada fue preciso instaurar el cambio.

Habiéndose producido tal coyuntura imprevista del COVID 19 en el mundo, que afectó a los negocios, empresas y emprendimientos, fue necesario implementar programas de emergencia que pudieran minimizar los efectos y también eludirlos para que las corporaciones sigan operando, siendo así que tales planes de emergencia en muchos casos resultaron muy duros de aplicar, puesto que no todos los negocios estaban en situación de poder mantenerse vigentes. La crisis sanitaria ha sido muy drástica para la mayoría de entes, lo que llevó a que muchos demostraran su inventiva para seguir operando. Es así, que esto condujo a entablar nuevos procesos de reestructuración, reorganización o recambio, los mismos que tenían que ver con el rediseño de nuevos planes que busquen afrontar la situación en el momento de la crisis desatada. Si bien la emergencia sanitaria perjudicó a la empresa, algunas de ellas se vieron favorecidas por ello, tales como fueron los casos de Zoom, Netflix, Amazon, Tik tok, entre otras, puesto que muchos al tener que trabajar de manera remota indujo a millones a emplear estas herramientas tecnológicas, beneficiando enormemente a dichas empresas.

La reingeniería de procesos exige un estudio consensuado del escenario que se presenta y de los agentes involucrados en tal situación; esto significa redefinir los objetivos empresariales, las estrategias, los equipos participantes con una nueva visión de cambio. Se pretende darle un nuevo horizonte y prometedor a la gestión que la haga salir del lugar en que estaba y que no representaba un avance en el crecimiento empresarial. Es por ello necesario, primero lograr la identificación de los miembros con tal proceso, pues el cambio empieza por los agentes intervinientes, los que deben estar dispuestos a dar el todo con tal de alcanzar los nuevos propósitos; quiere decir instalar una nueva mentalidad ganadora y capaz de convertir lo imposible en posible y lo que en negocios se llama metanoia. El primer paso de tal reingeniería es la transformación de uno mismo con el medio en el cual interacciona organizacionalmente, pero, desde luego que esto no siempre es fácil, pues depende de muchos factores del contexto social en el que se desarrollan los agentes intervinientes.

Realizar una reestructuración exige estudiar a fondo el nuevo contexto presentado y en el que se debe efectuar un correspondiente Análisis FODA de la misma, la cual permita facilitar ver los principales problemas y soluciones. Teniendo en cuenta, que actualmente vivimos en la era de la tecnología y que precisamente la crisis sanitaria del COVID 19 llevó a incrementar tal dependencia, será necesario hoy en día que en el nuevo programa de reingeniería de procesos o negocios, esté inevitablemente considerada esta. Estamos viviendo la era de la digitalización, donde las instituciones educativas y empresas se vieron obligadas a “virtualizar” sus servicios para poder seguir vigentes y con ello cambió la perspectiva que se tenía de que el trabajo pudiera hacerse solo en oficina. Apareció, entonces el home office, el que en muchos casos en el mundo parece que quedará ya instaurado o, al menos en parte, en combinación con lo presencial.

Sin embargo, no todo es tecnología en la nueva reingeniería, sino que tiene mucho que ver el rol que desempeña cada uno de los miembros del equipo de trabajo, en la cual es vista la capacidad de actuar y sobre todo del aspecto emocional que tengan cada uno de los integrantes. Se habla mucho de la inteligencia emocional, donde cada de los agentes que interviene debe mantener el equilibrio y saber manejar situaciones adversas, lo que comúnmente se llama resiliencia; saber manejar su yo interior en la que sean capaces de adecuarse al puesto o cargo que les toca desarrollar. Por ello, es importante saber inculcar habilidades blandas, lo que hará que el trabajo sea encarado de forma más fácil de ejecutar. Mejor aún, si el equipo tiene conocimiento del coaching, especialmente del coaching ejecutivo, empresarial u organizacional, donde se aprende tener una nueva visión de lo que significa la intervención de cada uno en la empresa mediante su aspecto emocional o interior.

Tampoco olvidar las estrategias a instaurar, las cuales deben tener nuevos mecanismos de alcance, destacando sobre todo su proactividad, puesto que es vital saber visualizar la acción antes de que se produzca y no esperar a que esta suceda como ocurre en las gestiones tradicionales. Hay que saber aplicar mucho criterio para poder elegir las estrategias ideales a implementar según el tipo de empresa y su problemática, lo que se suma al tiempo en que se pretenda implementar tal plan de reingeniería (corto o largo plazo). Dada la coyuntura que se vive, tal vez se piense que las estrategias que tengan que ver con el aspecto tecnológico sean las recomendadas a implementarse, pero no siempre es así, puesto que las estrategias necesarias representen menor trabajo o costo de lo que se creía, dado que se habla de reingeniería de procesos y como se dijo antes está de por medio la metanoia.

Es así, que de llegarse a implementar su nuevo plan de reingeniería de procesos o negocios, la visión de la empresa en su conjunto debe ser más ambiciosa, pero más factible de alcanzarse con la participación de todos y que represente en los resultados mayores beneficios no sólo económicos, sino a cualquier carácter, más aún si se trata de diferenciarse de la competencia o el viejo estilo desarrollado. En este sentido, el proceso de toma de decisiones será más fructífero, dando lugar a una nueva manera de “gerenciar”.

Dr. Daniel Recuenco Cabrera
Coach Ejecutivo