El líder como cabeza de toda organización debe tener clara una visión de futuro en la que comprometa a su equipo para lograr los objetivos organizacionales. Es así que para poder lograrla el mejor camino es establecer estrategias como medios que permitan alcanzar con éxito los objetivos.
El liderazgo deberá tener muy en claro la situación actual de la organización y el entorno que la rodea, así como las fortalezas y debilidades de la misma; que permitirán que se tenga una visión mucho más clara del camino a seguir y así trabajar con su equipo de manera conjunta hacia una situación futura deseada.
En el camino hacia el logro del propósito organizacional el líder deberá ser quien se encargue de implementar y realizar de la mejor manera las estrategias tanto internas como externas, evaluando el desarrollo de las mismas y corrigiendo lo necesario para su correcta puesta en marcha.
En conclusión, la relación entre liderazgo y estrategia es muy estrecha puesto que no podría haber un liderazgo efectivo sin una estrategia que le permita cumplir con el desarrollo de su visión involucrando y motivando a todos los miembros de la organización y utilizando los medios necesarios para el crecimiento organizacional; resultado del liderazgo estratégico.