
Perú en estos momentos atraviesa por una crisis motivada tantos por factores internos como la ingobernabilidad, la corrupción, la delincuencia; pero también por factores externos, entre ellos el cambio de gobierno, la dependencia alimentaria y energética, la pandemia del coronavirus y la injusta guerra entre Rusia y Ucrania, pero poco interés se ha puesto en la crisis logística internacional que unida a las anteriormente expuestas, tiene un efecto multiplicador que agrava aún más la situación aumentando la incertidumbre, la desigual competencia y la posición de dominio de los países y agentes económicos.
El marcado dinamismo de las economías mundiales se ve reflejado en el intercambio de productos con tendencias que van de los países en desarrollo como el nuestro, productores fundamentalmente de materias primas y con escaso o sin valor agregado y en el otro sentido, los productos transformados, manufacturados con alto valor agregado e incorporación de tecnologías de los países desarrollados que intercambian entre sí como resultado de la integración productiva y las prácticas de outsourcing. Una parte significativa, no obstante, generalmente los remanentes, circulan hacia economías emergentes, con valores multiplicados por N veces de los productos que anteriormente despacharon ellos como insumos. Aquí comienzan los primeros desbalances en el intercambio logístico, pues en un sentido zarparon naves transportadoras de graneles como los minerales principalmente pero la recepciónde sus productos del extranjero se ha producido en naves portacontenedores cargadas de productos manufacturados. Esto ya genera una situación de irregularidad en los medios logísticos que impacta sobre los costos de los fletes y el encarecimiento de los productos.
A raíz de la crisis del COVID 19 gran parte de la producción mundial se quedó paralizada, viéndose obligada posteriormente a reinventarse, diversificar o simplemente retirarse del mercado si es que fuera imposible su continuación. Adicionalmente, surgieron nuevos agentes productivos que encontraron en esa crisis, nuevas oportunidades, incursionando de manera efectiva. Esta situación también ha ocasionado distorsiones en la cadena logística.
Sumado a esto, la crisis de contenedores primero, luego la obstrucción por la nave Ever Green durante meses en 2021 del canal de Suez a través del cual circula el 11 por ciento del comercio marítimo mundial; las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania con graves impactos sobre la distribución de alimentos, fertilizantes y combustibles, más la reactivación de la economía mundial, han trastocado notablemente la cadena logística internacional retrasando el despacho de naves, congestionando la carga en puertos, atendiendo las rutas más privilegiadas y esperando contenedores vacíos.
Perú no tiene como aplicar medidas eficaces para contrarrestar estas situaciones, pues Callao, su principal puerto está bastante congestionado y relegado en la competitividad portuaria y, mientras se espera otras soluciones alternativas como el puerto de Chancay, no puede estar a niveles de eficiencia de otros puertos de países vecinos como de Chile, Colombia y Ecuador.
El transporte aéreo internacional también está limitado por la estrechez del aeropuerto Jorge Chávez, y la espera de su ampliación. En tanto, se han perdido importantes rutas de pasajeros y de carga hacia Norteamérica y América latina y se ha desactivado el servicio de líneas aéreas que no pudieron mantenerse o recuperarse por la crisis del COVID 19. A la fecha no llegamos aún a los niveles de servicio de 2019 tanto en movimiento de carga como de pasajeros.
En el transporte de carretera, los proyectos IIRSA aún no generan impactos importantes, si siquiera notorios en el comercio de mercancías y el movimiento de pasajeros con los países vecinos. Las rutas nacionales si bien es cierto han tenido una modernización en años recientes, están catalogadas en el más bajo desempeño logístico en América latina, sólo superamos a Bolivia y El Salvador.
Quedan importantes retos por resolver, pero con la ineficacia y la improvisación del actual gobierno no parece haber una solución a esta problemática que agudiza aún más la situación de crisis que envuelve a nuestro país.
Lic. Adm . Humberto Flores Cornejo, MBA
Docente investigador de la Universidad Privada Antenor Orrego y Empresario.