Nuestro sistema de salud presenta un alto grado de fragmentación, con grandes diferencias de cobertura de atención y brechas negativas de recursos humanos en el área asistencial y las áreas administrativas.

La presente crisis que vivieron los establecimientos de salud, como los hospitales, los centros de salud y las clínicas, se dio fundamentalmente por una ineficaz gestión de la salud. En tanto, los factores asociados a esta crisis sanitaria son múltiples, como la poca capacidad de gestión debido a la falta de capacitación, los recursos financieros, la mala política de salud y las inadecuadas decisiones para resolver las necesidades de la población.

Hoy estamos en una etapa de la historia del Perú que se hacen necesarios los cambios radicales en el sector salud. Para este efecto se deben potenciar los recursos humanos asistenciales y administrativos. A través de los años se han incrementado los profesionales y técnicos asistenciales; sin embargo, no se ha tomado en cuenta el hecho de que para que el sistema de salud funcione eficazmente, se debe contar con gerentes de la salud. Ellos son los indicados para administrar las instituciones de salud del primer nivel de atención hasta los hospitales e institutos. La situación que vivimos en el país por efecto de la COVID-19 ocurre porque las instituciones prestadoras de salud han estado lejos de caracterizarse por ser capaces de planificar, organizar, dirigir y evaluar estratégicamente las organizaciones de salud, debido que la mayoría de ellos son administradores sin la suficiente formación y experiencia.

La presente situación, orienta a los profesionales en salud a adquirir competencias necesarias para administrar y dirigir estratégicamente una institución de seguridad social en salud, puesto que implica una integralidad no solo humanística, sino también administrativa.

De igual forma la gerencia debe enfrentar hoy en día la posibilidad de adaptarse o perecer ante los nuevos retos, adecuarse implica flexibilizarse lo cual refiere la incorporación de nuevos enfoques y desechar métodos que ya no están acordes con las realidades.

Actualmente, en los centros de salud observamos que la responsabilidad de la salud de toda una población lo ocupan profesionales de la salud, es decir, médicos ocupan cargos gerenciales, pero, ¿Cómo debe elegirse a los gerentes de hospitales y áreas de salud?, ¿Qué formación deben reunir? y, sobre todo, ¿Cómo conseguir separar su gestión de la política? Estas son algunas de las principales preguntas que afronta la gestión sanitaria.

Se ha afirmado, que hay un conflicto de prioridades e intereses en los hospitales: entre los médicos preocupados por la prestación de servicios a pacientes individuales y el equipo de gestión que trata de mantener la organización como un conjunto en el aspecto interno y desarrollándolo asimismo de manera coherente respecto al resto de la red asistencial.

Si aceptamos la necesidad de un director médico, al analizar sus funciones observamos que, en general las principales áreas de actividad, responsabilidad e interés de los directores médicos incluyen: monitorizar y en la medida de lo posible, influenciar sobre las tendencias del uso de recursos, la adquisición, distribución y organización de los recursos asistenciales y la definición de la estructura asistencial, dirección de las actividades del cuerpo facultativo, el desarrollo y formación de los médicos, controlar los niveles de calidad de los servicios médicos.

La tarea de gestión de un personal de salud como gerente no se limita simplemente a hacer registros y estadísticas de la población atendida por el hospital o llamamientos a la mejora de los rendimientos, sino que debe aumentar la confianza de los profesionales en el proceso de gestión hasta ese punto en que los clínicos ya están preparados para tomar iniciativas de mejora de la eficacia y eficiencia de sus servicios. Por tanto, el primer objetivo de la dirección médica deberá centrarse en la creación de un entorno en el cual la gerencia del hospital sea capaz, y desee, buscar una mayor y más profunda influencia en el patrón y calidad de la asistencia y los clínicos acepten un modelo de gestión descentralizada de sus servicios y departamentos entendidos como centros de coste en toda su amplitud.

Mg. Manuel Cosme Urbina
Director Regional de Economía y Finanzas de CORLAD LA LIBERTAD