
A lo largo del tiempo, la influencia de la motivación humana en las organizaciones, no siempre tuvo el mismo grado de relevancia ya que, anteriormente se pensaba que establecer procesos formales y rigurosos en el accionar de los colaboradores de una empresa, permitiría la perfección de su trabajo en los distintos niveles que se desempeñan.
Uno de los errores que, muchas veces, las empresas cometen es no tomar en cuenta o no siempre restarle la debida importancia al capital humano. De igual forma, existen empresas que de alguna manera creen manifestar a través de incentivos extrínsecos, un reconocimiento cuantitativo al desempeño del colaborador por sus resultados alcanzados. Pero ello no siempre tiene el mismo efecto con todos los trabajadores, ya que no todos reaccionan igual ante un mismo estímulo. Es por ello que, muchas veces resulta complicado motivar de manera satisfactoria y eficaz al capital humano en las distintas organizaciones, sin importar el rubro en el que se encuentren posicionadas. En consecuencia, la motivación humana es fundamental para lograr alcanzar el desarrollo de las organizaciones.
La motivación es sencillamente, una fuerza interna que sostiene con firmeza nuestros propósitos para encaminarlos hacia nuestros objetivos propuestos. Es un impulso interior que no solo te dirige a alcanzar un fin determinado sino, a alcanzarlo de manera eficaz y eficiente ya que la verdadera motivación implica algo más profundo que la simple voluntad de hacer las cosas.
La motivación, a nivel organizacional, no solo se ve reflejado en términos cuantitativos, sino también se orienta a fijar resultados cualitativos intrínsecos que garanticen el pleno desarrollo laboral de los trabajadores, orientándolos a mejorar sus niveles de rendimiento y reafirmando el compromiso con su desempeño laboral. Ello permitirá generar una ventaja competitiva a nivel personal como colaborador y al repercutir de manera significativa para la organización, originará para la empresa competitividad en el mercado.
“Para generar una evolución en las organizaciones es necesario propiciar una auténtica motivación de sus colaboradores, el cual se vea reflejada en sus acciones y actitudes, mostrando entusiasmo, implicación, deseo de participar, compromiso, fidelidad, orgullo de pertenencia y valores compartidos”.
Solo si la voluntad de hacer es la consecuencia o el resultado de la presencia en los trabajadores de estos otros sentimientos, se hace referencia entonces a la motivación orientada en un sentido estricto.
Las organizaciones que logren motivar de manera eficaz a sus trabajadores, tendrán resultados favorables que promuevan su desarrollo continuo a través de la mejora de sus procesos laborales y la realización de sus objetivos organizacionales. Además, la motivación actuará como parte de una estrategia ya que los trabajadores motivados forjarán una barrera sólida consistente que mantendrá la participación de la empresa en el mercado, logrando crear su propio océano azul empresarial.
“Los factores de crecimiento o motivadores intrínsecos estimulan a los trabajadores a forjar un sincero lazo efectivo con los diversos procesos, actividades y objetivos de la organización el cual se muestra a través de la sensación de logro, el reconocimiento público por parte de los demás, el atractivo del trabajo en sí, la responsabilidad y la posibilidad de tomar iniciativas propiciando su autorrealización y junto a ello el crecimiento organizacional”.
En conclusión, la motivación es una fuerza interna que promueve a hacer las cosas de diferentes formas, permitiendo el desarrollo sostenido de las organizaciones. Así mismo, permite mejorar los niveles de rendimiento del recurso humano, logrando reafirmar el compromiso con su desempeño laboral, lo cual se refleja en sus actitudes para generar ventaja competitiva a nivel personal repercutiendo de manera significativa en la organización. Por ello, es que la intención de la motivación en los colaboradores de una organización, no es solo el intento de encontrar el modo apropiado de estimular a las personas para que actúen en una determinada orientación y dirección que dicha actuación
responda siempre a la existencia en el individuo de ciertos sentimientos previos que son los que en
realidad generarán para la organización un activo intangible de difícil cuantificación con un inestimable valor en términos competitivos.
Dr. Jorge Luis Brenis Exebio
Director Regional de Desarrollo y Habilitación Profesional