
A inicio de la pandemia de la COVID – 19, que se originó en Wuhan – China (2019), llegando a expandirse a nivel mundial y por todo el territorio peruano dio inicio a la crisis sanitaria, económica, social y política que hoy en día seguimos viviendo, pero no solo ocasiono ello, sino también ocasiono que muchas empresas cerraran por la débil cultura organizacional que mantenían. Sin embargo, pocas de ellas con una cultura organizacional fuerte y flexible al cambio pudieron surgir, aprovechando sus fortalezas para transformar a las amenazas como nuevas oportunidades para crecer.
La cultura organizacional es la columna vertebral de toda empresa, también es caracterizada por la personalidad propia de una organización que la hace diferente y competitiva ante otras empresas, lo cual se define por la misión, visión, valores, rituales, colores, y el clima laboral que se maneja en la organización, así como la forma de trabajo en equipo que ejecutan junto a sus colaboradores, como también la actitud que demuestran ante un conflicto que se presente debido a diversas circunstancias.
Por ello es indispensable que toda empresa junto a sus colaboradores, direccionándolo por un buen líder, permitan fortalecer la cultura organizacional que manejan, ya que está no solo se puede ver afectada por la pandemia de la COVID -19, sino también por el aspecto cultural, ecológico y demográfico. Ante esta situación los lideres deben de ponerse en acción y trabajar en equipo para poder afrontar esta problemática, permitiéndose acercar a sus colaboradores para conocerlos un poco más, sobre todo de las necesidades que tiene con su familia, para poder ayudarlos y de esta manera poder formar lazos de confianza, así con todos colaboradores donde ellos se sientan a gusto en poder trabajar en la empresa, fortaleciendo así el clima laboral.
Por otro lado, también es necesario reconocer el trabajo que realizan, alentándoles emocionalmente y brindando una recompensa a cambio, pero no con el objetivo de generar el estrés en ellos o la competencia entre los colaboradores, porque esto generaría el individualismo y más en esta situación remota que estamos viviendo no seria beneficioso para la empresa.
Asimismo, es necesario que los colaboradores sean participes de las ideas y proyectos a llevar a cabo, transformándolos como los intraemprendedores de la empresa, eso quiere decir, que ellos serán las personas que diseñaran las soluciones ante las necesidades de los clientes que se pueden presentar debido al mismo contexto que estamos viviendo, identificando sus hábitos y preferencias. En otras palabras, lograr ser una organización “Client Centric”, es decir, colocar a los clientes en el centro para poder llevar un proyecto corporativo donde no solo la empresa saldrá beneficiada, sino también la sociedad vulnerable.
Y no olvidar la importancia de trabajar junto a la tecnología, sabemos que cada año va evolucionando, por ello la necesidad de como empresas también empezar a innovar y a ser creativos, buscando la manera de poder trabajar con un método novedoso, a cambio de lo tradicional, que es el uso de la digitalización, creando así un e-commerce, más conocido como un negocio online donde se pueda interactuar con los clientes y así generar ventas a través de plataformas digitales. Finalmente, cabe recalcar que las estrategias señaladas son importantes para poder fortalecer la cultura organizacional, ya que trae muchos beneficios para la empresa, como la fidelización de los colaboradores, mejor productividad y clima laboral en la empresa, el crecimiento de las ventas, y mejor adaptación ante cualquier incertidumbre que se pueda presentar, donde no se permitan ver afectados, al contrario, utilizar las amenazas como oportunidades para sobresalir en el mercado competitivo.
Sahory Yonmy Gonzales Chapoñan
Estudiante en la Universidad Católica de Trujilo.